50 aniversario

bailarina en zapatillas de punta

Nuestra historia es la historia de la danza clásica en La Rioja. Cincuenta años de pasión, disciplina y arte, forjados por el sueño de un pionero. En 1975, el bailarín y maestro chileno José Ferreira fundó la «primera escuela privada de danza clásica de La Rioja». José llegó a Logroño después de una destacada carrera como bailarín profesional en el Ballet Municipal de Viña del Mar, Chile. Se tituló en danza clásica por la Real Escuela Profesional de Danza en España, demostrando su compromiso inquebrantable con la profesionalidad.  

A lo largo de su carrera, José Ferreira introdujo a generaciones de alumnos en el mundo de la danza, dejando un legado que ha perdurado hasta hoy. Siempre tuvo la ambición de crear una compañía de ballet con sus alumnas, un sueño que materializó con la formación del «Joven Ballet Estudio» y «Nuevo Ballet». Su influencia fue tan profunda que muchas de sus alumnas obtuvieron sus propias titulaciones en conservatorios y algunas incluso fundaron sus propias academias de danza en la región.  

El legado de José Ferreira continúa a través de su hija, Erika Ferreira. Ella se formó con su padre desde los tres años y continuó sus estudios en el Conservatorio Profesional de Danza de Madrid. En 2006, asumió el rol de única profesora tras la jubilación de su padre y, en 2019, tomó las riendas de la academia en solitario. Tras el fallecimiento de su padre en 2021, Erika se ha comprometido a «seguir haciendo honor a su legado para seguir con la labor educativa, formativa y de difusión de la danza con la misma pasión que demostró su padre».  

Desde 2010, nuestro estudio forma parte de ACADE (Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada), lo que nos permite preparar a nuestros alumnos para la obtención de títulos privados en ballet clásico y danza moderna. El 50 aniversario es una celebración de este camino, del cual nos sentimos profundamente orgullosos.

«Nuestro legado»

La danza es mucho más que técnica y pasos; es el lenguaje del alma. Durante 50 años, en el Estudio de Danza José Ferreira hemos creído firmemente en este principio, cultivando un espacio donde la danza se convierte en una herramienta para la formación integral del individuo. La práctica del baile no solo mejora la condición física, sino que también enriquece la mente y el espíritu.

A través del movimiento, los estudiantes aprenden a tomar conciencia de su propio cuerpo y a expresar sus emociones, ya que la danza es un medio para comunicar vivencias cuando el lenguaje verbal resulta insuficiente. La disciplina del ballet clásico, por ejemplo, fortalece la «atención y la memoria» , cualidades esenciales para cualquier actividad intelectual. Además, la danza fomenta «estados emocionales positivos» como la alegría y la euforia y contribuye al «desarrollo de la construcción social» y la creatividad.

El legado de José Ferreira se ha proyectado al futuro. Si bien honramos nuestras raíces en el ballet clásico, también hemos evolucionado para ofrecer una formación diversa en danza moderna, jazz-funk y teatro musical, combinando así la tradición con la vanguardia. Buscando siempre la excelencia, contamos con la colaboración de maestros de prestigio que imparten clases magistrales, enriqueciendo la experiencia de nuestros alumnos.

En el Estudio de Danza José Ferreira, educamos desde el cuerpo, ofreciendo a cada alumno una experiencia significativa que se queda «registrada para toda su vida». Somos más que una academia; somos una escuela de vida.

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